Cuando la fe se vuelve un negocio (Mr. 11:17)
El templo judío, era pequeño. Lo que lo hacía grande eran los patios.
La gente no entraba al templo a adorar. En el templo no había bancas o sillas, No había clima, ni alfombra. No había micrófono, ni instrumentos musicales. había varios patios, y allí se reunía la gente.
Se llamaban “atrios”. Estaba el patio de los sacerdotes, el patio de los judíos, el patio de las mujeres y el patio de los gentiles. Allí la gente adoraba y tenía comunión con Dios.
En el patio de los gentiles estaba el tianguis, el mercadito, donde vendían las palomas, las ovejas y los bueyes. Además de la casa de cambio, dónde se cambiaba la moneda. había tanto bullicio, que era casi imposible tener comunión con el creador.
Por eso, Jesús se molestó y dijo: Mi casa será llamada casa de oración PARA TODAS LAS NACIONES.
Que Dios nos ayude a no ser ni tener distractores para que la gente se acerque a Dios.
Egor