La época navideña es una oportunidad para com partir la fe con aquellos que lo rodean. En esta lección vemos una historia que nunca pasa de moda, el nacimiento de Jesús, quién vino a este mundo para damos salvación. Esta lección nos hace volver a esa realidad y nos ayuda a reenfocar nuestra atención en las verdades que podemos compartir con los demás.
La historia de la Navidad es quizá el relato bíblico más conocido por el mundo secular que cualquier otro. A través de años, la Navidad se ha mencionado en innumerables programas de tele visión y películas, a través de la música creada solo para la temporada navideña (por creyentes y no creyentes), y en presentaciones del nacimiento de Cristo que salpican el paisaje durante el mes de diciembre. Sin embargo, el significado sencillo pero profundo de la Navidad a menudo se pierde en el ajetreo de la temporada. La gente con mucha frecuencia no comprende la pode rosa verdad de que Dios envió a su único Hijo a este mundo como sacrificio por el pecado, para ser el Salvador del mundo.
1—Nacimiento humilde
□ Dios obró a través de las circunstancias Lucas 2:1-5
Augusto César, que gobernó desde el 27 a.C. hasta el 14 d.C., hizo un censo del imperio romano (Lucas 2:1). Este censo se realizó cuando Cirenio era gobernador de Siria. El censo requería que las personas fueran a la ciudad de su nacimiento ancestral para registrarse (v. 3). Para José, esto significó viajar unos 160 kilómetros [100 millas] hacia el sur, desde Nazaret hasta Belén, la ciudad de David, y como María estaba embarazada, seguramente el trayecto fue difícil y agotador.
Es digno de destacar que Dios usó el censo de un gobernante pagano para que el Rey de reyes naciera en la ciudad de Belén. Jacob había profetizado sobre su hijo Judá, que el cetro del rey no sería quitado de su línea (véase Génesis 49:10). Esta profecía encontró su máximo cumplimiento en Jesús. Miqueas había profe tizado que de Belén vendría «un gobernante para Israel, cuyos orígenes vienen desde la eternidad» (Miqueas 5:2, NTV).
José como carpintero (véase Mateo 13:54-56) se ubica en el estrato social de la clase trabajadora; ni sacerdote ni maestro, pero tampoco entre las clases más pobres. A través de circunstancias difíciles, Dios puede abrir un camino para los milagros en nuestra vida, que no serían posibles si las condiciones no cambiaran. Dios también puede guiamos a través de situaciones difíciles que nos ayudan a crecer espiritualmente y a honrarlo.
□ El Rey de reyes fue puesto en un pesebre Lucas 2:6,7
Como resultado de las muchas representaciones navideñas, a menudo imagina mos que María y José entraron con dificultad en Belén solo unas pocas horas antes de que Jesús naciera, y tocaron puertas buscando un lugar para quedarse. Sin embargo, el texto no nos dice cuánto tiempo estuvieron en Belén antes de que llegara el momento del nacimiento del bebé de María. El lugar del nacimiento posiblemente fue donde se guardaba a los animales, quizá en una cueva anexa a una casa de familia. Allí, María envolvió a su primogénito en pañales, y lo acostó en un pesebre.
Jesús, el Hijo de Dios, vino al mundo en circunstancias humildes. Este es un poderoso recordatorio de que Él puede identificarse con nuestras debilidades y comprender las luchas que enfrentamos en la vida. Al observar los eventos de esta primera Navidad, podemos vislumbrar el corazón de Dios—su gran compasión por nosotros. Jesús vino al mundo sin fanfarria y sin los privilegios que normalmente se otorgan a la realeza; la esperanza y la luz eterna llegaron al mundo en la persona de Jesucristo.
2—Anuncio angelical
□ Se proclaman buenas nuevas Lucas 2:8-14
Si bien el nacimiento de Jesús fue humilde en sus circunstancias, no careció de celebración y atención. Rodeada de colinas, Belén era un buen lugar para criar ovejas. Mientras los pastores velaban junto a sus rebaños durante la noche para protegerlos de ladrones y animales salvajes, un ángel del Señor vino a ellos. Aun que los pastores eran de menor importancia para el mundo, Dios los invitó a visitar a su Hijo. Ante el resplandor de la gloria del Señor, estos pastores se asustaron.
El ángel dijo unas palabras de paz. Los pastores no debían temer, porque el mensaje era una buena noticia para todo el pueblo. El ángel habló de Belén, la ciudad de David, donde acababa de nacer el Mesías. Él salvaría al pueblo de sus pecados. Y los pastores hallarían al bebé acostado en un pesebre envuelto en pañales. Este fue un nacimiento humilde para el tan exaltado Hijo de Dios.
La paz de la que hablaban los ángeles se extiende a nosotros hoy. Debemos ver la necesidad de llevar este mensaje a nuestra comunidad; esto comienza con la oración, porque es una obra divina que se propaga de una persona a otra.
□ Las buenas noticias son acogidas Lucas 2:15-20
El anuncio angelical inspiró a la acción, que es la respuesta de la fe. Después de que los ángeles se fueron, los pastores decidieron ir a Belén para ver a este bebé recién nacido. No iban para comprobar si esto era cierto, sino para ofrecer su adoración. Después de una búsqueda, encontraron a María y a José, con el bebé acostado en un pesebre.
Luego de su visita al recién nacido, los pastores expresaron una vez más la fe anunciando a otros las buenas nuevas acerca de Jesús. Las palabras sobre la gracia de Dios expresadas por estos humildes hombres maravillaron a quienes se acercaron. Los pastores no solo se regocijaron en el momento, sino que salieron y dijeron a otros lo que había sucedido.
María guardó estas cosas para sí misma por un tiempo, atesorándolas en su corazón y meditando en ellas. También, los pastores regresaron a sus rebaños, glorificando y alabando a Dios por lo que habían vivido.
Aun hoy, podemos responder a la gracia de Dios, elevando cada día nuestra voz a Él en alabanza y reconociendo sus misericordias en cada circunstancia que vivimos. Nosotros también podemos hablar a otros sobre el Salvador, quien vino a traer la paz y el favor de Dios a todas las personas.
3—Viendo la salvación de Dios
□ Jesús es reconocido como el Salvador Lucas 2:21-35
María y José hicieron circuncidar Jesús al octavo día, conforme a la ley de Moisés. Se le dio el nombre de Jesús, tal como el ángel le dijo a José. Después del tiempo de purificación, María y José llevaron a Jesús al templo para presentarlo al Señor. En Jerusalén había un hombre llamado Simeón, que anhelaba ver al Mesías. El Espíritu Santo estaba con él y le había revelado que no moriría hasta que viera a Cristo, el Ungido. Simeón se acercó a María y a José y tomó al bebé en sus brazos y alabó a Dios por el cumplimiento de su promesa a Israel. Jesús sería luz para los gentiles y gloria del pueblo de Israel.
□ Jesús es proclamado Salvador Lucas 2:36-38
Mientras José y María estaban en el templo, se les acercó Ana, una profetisa. Su esposo había muerto después de solo siete años de matrimonio, y ella estaba en el templo en constante oración y ayuno. Movida por el Espíritu, Ana alabó a Dios, hablando a los que la rodeaban y que también esperaban la redención de Jerusalén.
Las personas que nos rodean buscan algo significativo para llenar su vida. En Navidad, esta búsqueda se intensifica porque las personas buscan la sensación de paz o gozo que evoca el nacimiento de Jesús. Este deseo puede cumplirse cuando los cristianos proclaman a Jesús como el Salvador del mundo. En un mundo que está en tinieblas, este mensaje de luz y esperanza es vital.
Qué nos dice Dios?
Jesús vino al mundo en circunstancias humildes, y sus primeros adoradores fueron pastores. Él también fue alabado por un anciano que había esperado su venida y por una mujer, también anciana, que servía a otros mientras esperaba al Mesías. Todas estas personas adoraron a Jesús y testificaron de lo que habían visto. Dios también nos llama a nosotros a anunciar su mensaje a quienes nos rodean.